El Consejo Internacional de Museos, organización dedicada a la protección del patrimonio cultural, emitió una advertencia al museo Met de Nueva York y a la directora de la Met Gala, Anna Wintour, para prohibir que las celebridades acudan al evento utilizando prendas con valor histórico.
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Lo anterior a raíz de la polémica generada por Kim Kardashian, que acudió a su última edición con un vestido que perteneció a Marilyn Monroe.
Trascendió que aunque la empresaria solo utilizó la prenda durante la alfombra roja y luego la intercambió por una réplica, puso en peligro su integridad al no considerar la fragilidad de la tela y manipularla sin los aditamentos necesarios.
Al respecto, la exdirectora del área de conservación del Museo Met, Sarah Scarturro, criticó a los actuales dueños del vestido, asegurando que se trata de un modelo irremplazable de la cultura popular, postura que fue respaldada por el Consejo Internacional de Museos.
“Las prendas históricas no deben ser utilizadas por nadie, ni por figuras públicas ni privadas. Es mejor prevenir que tener que curar. El trato incorrecto destruirá un objeto para siempre”, declaró.
Adicionalmente la organización señaló que el vestido de Jean Louis, valuado en más de 4.5 millones de dólares, fue elaborado con seda soplada, un material escaso muy difícil de encontrar en la actualidad, por lo que cualquier daño sería irreparable.