Colgar los trapos de cocina en la puerta del horno es una práctica común en muchos hogares. Sin embargo, esta costumbre puede representar un riesgo para la seguridad y la higiene. A continuación, te explicamos las razones por las cuales deberías evitar hacerlo.
Riesgo de incendio
Los trapos de cocina están hechos de materiales inflamables como algodón o microfibra. Si la puerta del horno está caliente o si se abre y cierra frecuentemente mientras está en uso, el trapo podría entrar en contacto con una fuente de calor y prenderse fuego. Este riesgo aumenta si hay una acumulación de grasa o residuos inflamables en la cocina.
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Contaminación cruzada
Los trapos de cocina pueden contener bacterias y residuos de alimentos. Al colgarlos en la puerta del horno, estos microorganismos pueden transferirse a las superficies de la cocina, incluyendo los utensilios y las manos de quien cocina. Esto aumenta el riesgo de contaminación cruzada y de enfermedades transmitidas por los alimentos.
Ineficiencia en la limpieza
Cuando un trapo húmedo se cuelga en la puerta del horno, la humedad y el calor pueden generar un ambiente propicio para la proliferación de bacterias y moho. En lugar de secarse de manera efectiva, el trapo puede volverse un foco de suciedad y mal olor.
Los lugares seguros en donde puedes colgar los trapos de cocina
Para evitar estos problemas, es recomendable colgar los trapos de cocina en ganchos o barras adecuadas, lejos de fuentes de calor y de zonas donde puedan contaminar los alimentos. De esta manera, se mejora la seguridad y la higiene en la cocina.
J.R