Jueves 11 de Enero de  2024
SEDENA LEAKS

Sedena también espió a EZLN por su oposición a megaproyectos del gobierno federal

Según documentos confidenciales extraídos por los hacktivistas Guacamaya, la Sedena mantuvo un monitoreo constante de las actividades de los Zapatistas, desde 2019 y hasta finales de 2021

Escrito en NACIONAL el

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) espió al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) debido a su oposición a los megaproyectos sexenales del presidente Andrés Manuel López Obrador como el Tren Maya, el Corredor Transístmico y el Proyecto Integral Morelos (PIM).

De acuerdo con documentos confidenciales que forman parte de los seis terabytes extraídos por el grupo de hacktivistas Guacamaya, la Sedena mantuvo un monitoreo constante de las actividades de los Zapatistas, por lo menos desde 2019 y hasta finales de 2021.

En uno de los informes, se aprecia un análisis sobre la simpatía que aún mantiene en la zona este grupo; además del tamaño de fuerza que mantiene tanto en número de elementos como en recursos económicos. 

“La comandancia del EZLN, dio a conocer que ese movimiento había crecido y retomado fuerza, sin embargo, es falsa tal situación. (...) Algunos de los habitantes en las comunidades bajo influencia del EZLN, no son afines a dicho movimiento”, se lee en el documento.

Y en el siguiente apartado se acota: “La falta de recursos económicos ha impactado en el acarreo de las bases de apoyo para los eventos y en la producción de alimentos”.

De acuerdo con el informe titulado: “Postura del EZLN por la construcción del Tren Maya” el EZLN buscaría “algún motivo o eventos relevantes (acciones nacionales en contra de los megaproyectos), para reinsertarse en los contextos a nivel nacional e internacional y obtener recursos económicos para mantener activa su bandera de lucha”.

En un apartado titulado “Información” se señala que el EZLN muestra un rechazo por las obras, al considerar que “el gobierno y las empresas extraerán recursos naturales (agua, maderas y minería), por lo que afectarán notablemente el ecosistema; además que a su consideración “el permitir la construcción del tren maya provocará una mayor presencia de autoridades de los tres órdenes de gobierno en su territorio, siendo más vulnerable su movimiento”.

En otro parte del informe se asegura que debido a que el movimiento zapatista ya no cuenta con mucha simpatía, se limitará a emprender “una guerra mediática en contra del actual Gobierno Federal”, para la defensa de su territorio, pese a que el informante reiteradamente señala que el proyecto del Tren Maya no pasará cerca de sus zona de influencia.

“Al no tener poder de convocatoria para contrarrestar los proyectos, únicamente se limitará al discurso y a atacar de manera mediática al Gobierno Federal por la implementación de los mencionados proyectos, asesorados por organismos de derechos humanos y observadores internacionales”, aparece subrayado, al final de las consideraciones. 

Según la hipótesis del autor de este informe, la oposición del EZLN a los proyectos presidenciales serían porque al realizarse las obras, se generarían fuentes de empleo y ello causaría que muchos simpatizantes del movimiento desertaran.

“Por la construcción del citado tren en la zona sureste del país, se generarán fuentes de empleo, lo que posiblemente provoque que algunos simpatizantes del EZLN deserten del movimiento para obtener una fuente de ingresos, aunado a los impuestos que les son obligados a aportar a dicho movimiento”, sostiene.

En el documento se señala que la defensa legal de esta oposición estaría a cargo del Buró jurídico de Carlos González, coordinador del Consejo Nacional Indigenista (CNI), esposo de la exaspirante independiente a la candidatura presidencial, María de Jesús Patricio Martínez (a) “Marichuy”.

“En lo legal pretenden buscar ampararse contra los megaproyectos, a través de la figura de los pueblos originarios, asesorados por el Buró jurídico que maneja Carlos González, coordinador del CNI y quien es esposo de la exaspirante independiente a la candidatura presidencial, María de Jesús Patricio Martínez (a) “Marichuy”, concluye.

Los desencuentros entre López Obrador y el EZLN datan de hace casi 20 años cuando siendo jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, los chiapanecos lanzaron duras críticas a su persona y lo tildaron de simulador y pragmático que únicamente buscaba ganar elecciones presidenciales.

A inicios de su gobierno la relación no mejoró, pues en 2019 lo calificaron de  “tramposo”, “mañoso” y “loco” cuando personal de gobierno acudió a las comunidades para realizar consultas para la obra del Tren Maya.