La madrugada de este domingo seis policías de Nuevo León fueron acribillados tras el enfrenamiento con un grupo de sicarios armados.
Según información de la Secretaría de Seguridad del estado, los agentes fueron emboscados por un comando armado que tras el ataque escapó a bordo de 10 camionetas blindadas.
"Seis elementos de nuestra corporación perdieron la vida en cumplimiento de su deber (...), cuatro más resultaron lesionados", dijo el organismo en un comunicado.
Más tarde, la institución publicó en sus redes sociales las esquelas con los nombres de sus integrantes asesinados por el crimen organizado.
Hasta ahora, las primeras investigaciones arrojan que los criminales eran parte de una célula criminal del Cártel del Noreste, que opera en esa región en la carretera Anáhuac. Ese grupo es lo que queda de lo que fuera el grupo delictivo más sangriento, Los Zetas.
Este incidente se produce en momentos en que muchos sectores de la sociedad mexicana reclaman al gobierno el cambio de estrategia contra la delincuencia.