Miércoles 10 de Enero de  2024
RECIBE RESIDUOS DEL VALLE DE MÉXICO

Presa Zimapán está contaminada; “es inviable para abastecer de agua al estado”, alertan expertos

Realizar la extracción del agua de esta presa para el proyecto de Acueducto III pondría en riesgo el derecho humano a un ambiente sano

Créditos: Sara Escobar/CUARTOSCURO.com
Escrito en QUERÉTARO el

La presa de Zimapán tiene altos niveles de contaminación, toda vez que recibe aguas residuales del Valle de México, y existe la posibilidad de que sus aguas surtan al Acueducto II y doten en un futuro al proyecto de Acueducto III; por lo que en Querétaro se pone en riesgo el derecho humano a un ambiente sano.

Así lo aseguró el investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Raúl Francisco Pineda López, especializado en gestión de cuencas hidrográficas, quien agregó que “Zimapán es una laguna de oxidación del Valle de México, y la cantidad de contaminantes emergentes que están contenidos en el agua son incalculables; sería una de las peores decisiones traer el agua de ahí". 

Respecto al Acueducto III, el gobernador Mauricio Kuri González ha señalado en diversas ocasiones que el agua sería extraída de la Presa Zimapán o de Tzibanzá, mientras que hasta mayo de este año el vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), Luis Alberto Vega Ricoy, refirió que la obra empezará a construirse a finales del 2022 con el objetivo de traer agua de la presa Zimapán. 

“En la presa Zimapán (…) ya se está trabajando en el proyecto, alrededor de seis meses son estudios topográficos, de impacto ambiental, batimetría, todos los permisos, trazado, proyectos constructivos”, resaltó.

No obstante, el investigador señaló que el origen del agua que surte a la fecha al Acueducto II, obra hidráulica que abastece a la zona metropolitana de Querétaro desde el 2011, es incierto debido a que no se proporciona información al respecto; pero su extracción está asociada con Zimapán. 

"No hay datos y a mí me parece que es atroz porque son relevantes para garantizar el derecho humano al agua y a un ambiente sano. Un aspecto importante es la necesidad de contar con agua potable y con saneamiento y las dos están relacionadas con la calidad del agua, pero no sabemos cuál es el status actual en la entidad", indicó.

Advirtió también que la presa no sólo contiene coliformes fecales y metales pesados, que podrían ser removidos por plantas de tratamiento y de potabilización, sino que también se puede encontrar otras 300 sustancias que, de ser ingeridas aun en pequeñas cantidades, traerían consecuencias para la salud. 

"Se tendría que prevenir lo que puede pasar al utilizar estas fuentes de agua; estoy hablando de contaminantes emergentes de más de 300 sustancias que se han identificado y que, en pequeñísimas cantidades, tienen influencia muy fuerte sobre la salud humana", precisó.

Por su parte, el especialista en Gestión Integrada de Cuentas y docente del Colegio de San Luis, Luis Enrique Granados, explicó que hay una vieja tradición de estudios que avalan la presencia de metales en el agua de Zimapán, en el que su grado de contaminación sólo es comparable con La Laguna en Torreón, Coahuila, y con el agua en Bangladesh. 

"Se dice que el Acueducto II no toma agua de la presa de Zimapán, han dicho que toma agua de unos manantiales que están en la orilla, pero la cercanía de la presa y la conectividad que se sabe que hay es una red  como la del Río Moctezuma pues hacen dudar de que eso suceda así", enfatizó. 

Agregó que, del mismo lugar de donde se está extrayendo agua para mandar a la ciudad hay una presa hidroeléctrica y actividad minera, con la mina La Negra, en la comunidad de Maconí en Cadereyta de Montes. 

"También hay un basurero de desechos tóxicos desde el 2008 y la minera; es decir, hay al menos tres metales pesados relevantes, arsénico, plomo y cadmio y puede decirse que esa agua es segura, pero se tendría que demostrar que el proceso de potabilización que se le da al Acueducto II tiene la capacidad de remover esos metales”, explicó. 

Luis Enrique Granados, quien ha realizado investigaciones académicas sobre el Acueducto II, consideró que el gobierno estatal no ha dejado en claro de dónde se va a extraer el agua para abastecer al Acueducto III, si de Tzibanzá o de Zimapán; sin embargo, subrayó que independientemente de las características técnicas del proyecto, antes de comenzarlo, habrá que evaluar cómo ha operado el anterior proyecto hidráulico. 

"Independientemente de que el gobierno no ha puesto sobre la mesa las condiciones del proyecto, la clave es una evaluación de los beneficios o impacto que ha tenido el Acueducto II en sus años de operación", resaltó. 

Mencionó que, aunque el gobernador ha manifestado que el Acueducto III abastecerá, al menos 50 años, lo que se ha documentado respecto a las obras hidráulicas anteriores, es que no es una solución para subsanar la falta de agua. Además de que el Acueducto II que tendría una vida útil de 30 años, solo funcionaría de manera correcta 11 años y es por esto que se planteó una nueva obra.