Querétaro ha tardado cinco años en regularizar 735 de los mil 140 asentamientos irregulares que se tenían identificados hasta 2017, cuando se creó la Ley para la Regularización de Asentamientos Humanos Irregulares, Predios Urbanos, Predios Rústicos, Predios Familiares y Predios Sociales, de los cuales aún quedan pendientes de formalizar 307.
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De esos 307, en este año se está trabajando en 60 asentamientos, mismos que comprenden 10 mil 186 predios y abarcan una superficie de más de 307 hectáreas en todo el territorio estatal, con mayor presencia en los municipios de Corregidora y Querétaro.
Los miles de habitantes de estos asentamientos no podrían tener acceso a la tenencia de la tierra, ni tampoco podrán gozar de los beneficios que brinda la regularidad.
A esos grupos se les niega el acceso a programas sociales, a obra pública municipal y estatal, así como a ordenamiento territorial y a la instalación de servicios básicos en el área geográfica en que se ubican, que es el objetivo de la ley.
De acuerdo con la publicación del 14 de enero de 2022, en el periódico oficial del estado La Sombra de Arteaga, respecto a la reforma de esta ley, en 2017 se sabía de la existencia de mil 140 asentamientos humanos irregulares, de los cuales, el 73% (833) se concentraban en cinco municipios: Querétaro, San Juan del Río, Pedro Escobedo, Corregidora y El Marqués.
Tras lo ocurrido en La Cuadrilla, un asentamiento irregular ubicado en la colonia Juriquilla, que fue invadido ilegalmente y que en en semanas pasadas fue desalojado por las autoridades estatales, el dirigente del Consejo Estatal de Profesionales Inmobiliarios de Querétaro (Cepiq), Arturo Hernández Serrano, consideró que este tipo de espacios no afectan al gremio inmobiliario.
“(Lo ocurrido en La Cuadrilla) no fue una situación en la que pierde el gremio inmobiliario, sino que es una situación que se viene arrastrando de años, que se resuelve en litigios después de muchísimos años. No creo que pierda el gremio, sino las personas y ciudadanos de pie que confiaron en terceros en adquirir tierras irregulares y que confiaron en personas que ni siquiera son asesores inmobiliarios”, declaró.
Reconoció que, en el caso de los fraccionamientos que se encuentran cercanos a estos asentamientos, la plusvalía de las viviendas y de la tierra sí disminuye su valor; sin embargo, no es un tema que se vuelva preocupante, aunque sí hizo un llamado a “los grandes tenedores de la tierra” a estar al pendiente de sus predios.
“Los grandes tenedores de la tierra deben estar pendientes y al cuidado de sus tierras, porque ya cuando reaccionan, ya es demasiado tarde y ahí corren el peligro de las adjudicaciones directas, indirectas o estas regularizaciones que se dan (por parte del gobierno)”, puntualizó.