Pese al impacto que significó la pandemia por Covid-19, la industria vitivinícola en Querétaro logró sobrevivir gracias al empeño del sector, aseguró el presidente de la Asociación de Vitivinicultores del estado (AVQ), Mariano Velten Funcia.
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En entrevista con Vía·Tres explicó que la contingencia sanitaria afectó tanto la producción vinícola como el enoturismo; no obstante, los inversionistas han mantenido sus proyectos activos.
“Durante la pandemia la parte de producción vitivinícola, así como la parte enoturística se vieron afectadas; se ha mantenido la industria porque sus propietarios e inversionistas han mantenido los proyectos abiertos”, indicó.
Aunque el enoturismo sigue atrayendo a visitantes, aún hay una caída de 50% en el promedio de turistas que se captaron antes de la pandemia, debido a que previo al Covid-19 este sector recibía en promedio un millón de turistas al año, y en los últimos dos años la cifra no rebasa los 500 mil turistas.
Sin embargo, Mariano Velten señaló que hay confianza en que a partir de este año se normalice la llegada de turistas al estado; la razón: cada vez más mexicanos se interesan por consumir el vino hecho en México.
“A nivel nacional, 68% del vino que se consume en el país viene de fuera, y 32% es vino mexicano; este porcentaje ha crecido, el consumidor cada vez prefiere más vino mexicano”, comentó.
Ajuste de estadísticas
El presidente de la AVQ estimó que esta industria genera actualmente tres mil 500 empleos directos y 12 mil indirectos.
Sin embargo, esos indicadores al igual que la derrama económica que capta el sector son cifras que aún es difícil cuantificar con precisión, debido a que se sigue evaluando el impacto de la pandemia.
“La derrama no ha sido fácil de medir porque tiene por una parte la naturaleza de la venta del vino y por otra parte la naturaleza del turismo relacionado con el sector (etnoturismo)”, comentó.
Antes de la pandemia, en 2019, la Secretaría de Turismo estatal refería que las ventas de esta industria sumaron cuatro mil millones de pesos; no obstante, el presidente de la AVQ estima que la disminución de visitantes y del consumo de vinos habrían reducido hasta 40% los ingresos del sector.
“En la pandemia hubo cierres totales o parciales de restaurantes, esto le pegó a la industria, no lo compensas con la venta directa al consumidor. En los portales (de internet) y la venta directa creció, pero eso no compensa lo que se dejó de vender en los restaurantes, en los centros de consumo hubo una baja importante en los ingresos por venta de vino”, expresó.
Los constantes cambios en el semáforo epidémico y las restricciones a la movilidad afectaron el flujo de turistas hacia las haciendas donde se encuentran los viñedos; sin embargo, estimó que esta industria retomará una mayor actividad durante el próximo año.
“La industria en sus dos componentes más importantes se ha visto afectada y ahora parecería que empieza a retomar otra vez su dinámica, a ver hasta cuándo podemos llegar al nivel prepandemia, esperemos que en el 2023 veamos otra vez esos niveles”, aclaró.
Finalmente el presidente de la Asociación de Vitivinicultores aseguró que para tratar de impulsar la recuperación de este sector, se está fomentado el modelo de la triple hélice, para poder generar nuevos productos, mejorar los ya existentes y fomentar marcos normativos que permitan a esta industria volver a crecer.
Más de 300 etiquetas
Actualmente en el estado radican 40 proyectos vitivinícolas que ofrecen al mercado 300 etiquetas de vino queretano. La producción anual ronda los tres millones 500 mil botellas.
De acuerdo con la AVQ, 50% de la producción local se coloca en el mercado exterior, en más de 15 países; el resto se comercializa en México.
Por el volumen de producción, Querétaro se encuentra en el tercer lugar nacional entre los estado productores de vinos, solamente por debajo de Baja California y Coahuila.
Del total de producción, siete de cada diez botellas son vino tinto, el resto corresponde a vinos blancos y rosados.
Entre las marcas locales más reconocidas destacan Viñedos Azteca, Hacienda Atongo, Puerta de Lobo, Vinos El Marqués, Viñedos la Redonda y Freixenet México, entre otras.
La región vitivinícola de la entidad cuenta con 30 viñedos en los que se distribuyen un total de 500 hectáreas de vid; se ubican en los municipios de Ezequiel Montes, El Marqués, Amealco de Bonfil, Tequisquiapan, San Juan del Río, Huimilpan, Pedro Escobedo, Colón, Cadereyta de Montes y Tolimán.
Los viñedos locales producen dos clases de frutos: uvas tintas para las clases de vino merlot, syrah, malbec, tempranillo; así como uvas blancas para los vinos macabeo, chardonnay y sauvignon blanc.